Tengo que renovar mi servidor, ¿me conviene pasar a la nube?

La posibilidad de escoger entre una infraestructura virtual o disponer de equipos físicos on-premise genera una duda muy habitual ¿es mejor tener un servidor cloud o local?

En parte, la duda viene alimentada por la manera como el escenario tecnológico actual evoluciona. En casi todos los ámbitos lo hace a una velocidad superior a la que los usuarios somos capaces de asimilar. En este paradigma, no quedarse atrás en la carrera tecnológica es importante para las empresas con cierto grado de dependencia tecnológica y que aborden la necesidad de incorporar un nuevo servidor a su infraestructura.

Vaya por delante que para lograr una adecuada transformación digital las empresas no podrán darle la espalda al cloud computing.

Si el servidor cloud es la tendencia dominante desde hace años, ha sido a partir del 2020 cuando se ha convertido en un factor indispensable para una amplísima mayoría de negocios.

Pero no en todos los escenarios, la migración a la nube será la única ni la óptima solución. Hay que tener en cuenta múltiples factores que determinarán cuál es la decisión más adecuada, como la cantidad de servidores necesarios, el espacio disponible para ubicarlo o la capacidad de aplicar el mantenimiento necesario.

Por una cuestión de espacio, cuantos más equipos se necesiten más relevancia cobra el escenario del servidor cloud, puesto que no siempre es sencillo para las empresas adecuar un espacio disponible para alojar los servidores y hacer un correcto mantenimiento y conservación de este. Pero como pasa en la mayoría de las pequeñas empresas, ¿qué pasa cuando la necesidad es para un solo servidor?

Un adecuado análisis de las circunstancias en las que se pondrá en producción este servidor y los recursos propios de la organización será clave para tomar objetivamente la decisión más adecuada. Para ello es necesario tener claras las principales diferencias entre el entorno cloud a través de un proveedor de servicios o la adquisición e instalación de un equipo físico.

  Infraestructura

Además de pensar si se dispone del espacio adecuado para alojar un servidor en las propias instalaciones hay que valorar también la conveniencia sobre la titularidad y/o propiedad del equipo.

  Mantenimiento

Sea un servicio o la adquisición de un bien tangible, al final hay un equipo informático con unas necesidades de mantenimiento concretas que requerirá de una supervisión técnica sistemática y completa.

  Seguridad

Debe tenerse en cuenta la necesidad de resguardar y proteger la infraestructura y la información contenida con el fin de mantener la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de los datos. (Triada CID)

  Escalabilidad

En tecnología el concepto de escalabilidad hace referencia a la capacidad de adaptación de un sistema, servicio o solución. Es decir, que puedan modificarse sus características y recursos a la vez que evolucionan las necesidades.

  Ubicuidad

Estamos habituados a la inmediatez y a la alta disponibilidad de los recursos, convirtiéndose en un requisitos en el entorno IT, y también cuando se habla de infraestructuras.

Resulta evidente que son muchas las ventajas de los servidores en la nube pero a pesar de ello, todavía hay determinadas circunstancias y necesidades particulares que pueden aconsejar trabajar con servidores físicos en las propias instalaciones. No obstante, puede resultar complejo tomar la decisión de cuál es la mejor decisión

Si quiere estudiarse la decisión más adecuada por la comparación de costes es imprescindible la equidad de ambas opciones. El coste que ofrecerá el proveedor de servicios incluirá integralmente una serie de conceptos que en un entorno físico, pueden ser omitidos ofreciendo una falsa sensación de resultar más económica

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